viernes, 17 de febrero de 2012

Vertical de Pintia 2001-2007

 

Todo preparado para la vertical de Pintia: La sala de catas de Vadebacus Wine Bar perfectamente acondicionada, las botellas en fila india (de la 2001 a la 2007) esperando a ser descorchadas, ya solo queda que lleguen algunos rezagados, que haberlos haylos. Decidimos empezar por la añada más vieja y terminar por la más jóven, no decantamos ninguno de los siete, servimos directamente a la copa:

Datos generales sobre el vino (sirve para todas la añadas catadas):
  • 100% tinto de toro
  • 100% maloláctica en barrica
  • crianza de 13-14 meses en barricas nuevas de roble francés (70%) y roble americano (30%)

Pintia 2001: aromas reducidos, pegamento, olivada, pimiento, higos secos y degenerando a notas ajerezadas, ¡ha caído en picado! Evidentemente el vino daba claras notas de estar en mal estado, empezamos con mal pie la cata, el primer vino directamente a la barrica del vinagre...

Pintia 2002: parco en nariz, ligeras notas lácticas, pero poquita cosa más, por mucho que movíamos la copa el vino seguia sin decirnos nada. En boca, potencia sin control, estridente, desbocado...Poco bueno a destacar.

Pintia 2003:  esta fue una añada difícil por las altísimas temperaturas del verano...De momento empieza con muy buenas sensaciones: fruta negra con toques a madera fina, en boca se muestra potente, pero elegante, untuoso, tanino maduro y con final cálido y persistente.

Pintia 2004: seguimos por el buen camino que nos ha dejado el 2003, nariz intensa: notas a pasteleria, coco, vainilla, lácticos, notas balsámicas muy presentes (mentolados), toques licorosos de fondo. Poderoso en boca, nos deja un paso algo astringente y secante, con un final ligeramente amargo y especiado. Como curiosidad, después de dejarlo un buen rato aireando en copa, aparecieron notas herbáceas muy marcadas.

Pintia 2005: la buena racha de estas dos últimas añadas queda cortada con éste 2005, un quiero y no puedo que en pocos minutos se llevó el vino abajo. Una nariz poco comunicativa y un paso en boca marcado por una acidez que dejó helado a más de uno. El corcho estaba en perfecto estado de conservación...Otro bluf.

Pintia 2006: retomamos la linea dejada en la añada 2004, aunque, como cabía esperar, con unos toques más "joviales": nariz fresca con ligeros aromas a frutos del bosque, mentolados de fondo y tostados presentes pero sin ser protagonistas. Ataque potente, con un tanino algo marcado, dejando reminiscencias florales y de chocolate a su paso.

Pintia 2007: todavía le queda camino por recorrer, nariz golosa, fruta madura, yogur de moras, golosina de "pica-cola", sugus de frutas silvestres. En boca no hace más que darnos más motivos para dejarlo reposando unos añitos más, buena falta le hacen.

Una lástima habernos encontrado con tres añadas que no han dado la talla, el resto, me quedo con la opulencia de la 2003 y la complejidad de la 2004. 


Terminada la cata nos esperaba una suculenta cena y más vinos que tragimos de nuestras bodeguitas particulares, algunos, al igual que el Pinita 2001, fueron directitos a la barrica de vinagre...

Hasta la próxima cata, que ya se está cociendo...