miércoles, 24 de noviembre de 2010

Un domingo cualquiera



Cómo no, cada vez que nos juntamos para hacer barbacoa, una buena carne y un buen vino son el epicentro de la reunión. Esta vez los protagonistas eran cuatro chuletones venidos de tierras vascas y un poderoso vino capaz de enfrentarse a tan sabrosa carne y no achicarse en ningún momento: CADAC 2005 de bodegas Martí Faixó.

Empezamos con un pica pica a base de escalibada, alcachofas a la brasa y unas chistorras. Para acompañar los entrantes, dos blancos: Espelt Vailet 2009 (garnacha y macabeu) y Gessamí 2009 (muscat de Fontignan, muscat de Alejandría y cabernet blanc). El primero fresco, cítrico y con marcadas sensaciones minerales, acompañó muy bien la escalibada y las chistorras. Las alcachofas, siempre difíciles de acompañar, vínicamente hablando, decidimos echarle un Penedés blanco, esas notas a flor blanca y fruta madura con un paso en boca ligeramente dulce, fueron buenos aliados.



Seguido de los blancos, un tinto de pies a cabeza, de una bodega que me enamora y una tierra donde la garnacha es la variedad por excelencia, Veratón de Alto Moncayo: Una fruta negra madura que encandila, floral (violetas), balsámicos, su reposo en barrica francesa no ha hecho más que ensalzar esta nariz tan expresiva con aromas a finos tostados y especias; para terminar el disfrute nos deleita con un paso en boca sabroso, elegante y envolvente, sin aristas, tanino perfectamente integrado, una garnacha para enmarcar.

Llegados a éste "clímax" vínico, decidimos poner los chuletones a la brasa y servirnos ya el CADAC que teníamos decantado desde hacía ya un buen rato. Los aromas a reducción ya habían desaparecido dando paso a fruta negra madura, ligeros tostados, especias (nuez moscada) y dejes minerales. En boca se deja notar toda su potencia, contundente, marcada astringencia, retorna la fruta madura en el retro, final largo. Vino con potencial por delante todavía, su acidez algo elevada es un buen factor para mejorar en botella, esa astringencia tan presente aún, agradecerá un tiempo de reposo en cristal para terminar de redondearse.

Llegamos al postre, unos Piononos coronan el centro de la mesa. Un Moscatel de Navarra sería el encargado de acompañar estos dulces típicos de Granada, Ochoa Moscatel 2009: Floral, uva madura, franco, buena carga de acidez que compensa a la perfección el dulzor de éste Moscatel y de los Piononos, una "golosina" de tan solo 50 cl. Excelente manera de terminar un Domingo cualquiera...

Nota: No todo fueron buenas sensaciones, uno de los tintos descorchados no gustó nada. Tengo que decir que es la tercera botella que abro de la misma añada en un intervalo de año y medio y todas me han dado lo mismo: Aromas a cuadra muy marcados (no se van ni aireando), cuero nuevo, pegamento "Imedio" y nada de fruta por ninguna parte. En boca más de lo mismo, vaya, un desastre...Me parece que la botella que me queda en la bodeguita irá directamente a la barrica del vinagre, una bonita manera de terminar sus días. El susodicho, un Mengoba Espanillo 2007.

11 comentarios:

  1. Retornant visita, veig que teniu un blog molt interesant i que monteu coses molt interessants. Ja us aniré visitant... Salut!!

    ResponderEliminar
  2. Joooolín Pep... cuando vi que pillabas ese magnum de Cadac algo me decía que sería un gran vino: bueno eres tú para arriesgarte comprando botellones, das en la diana fijo!

    La próxima vez que consigas algunos de esos chuletones me gustaría proporcionar la barbacoa adosada al (eno)garaje y, así, darle un repaso a fondo a mi humilde bodega..:-)

    Ah, por cierto, veo una chispa extra de actividad en este blog, ME GUSTA MUCHO!! Adelanteeee!!


    OG

    ResponderEliminar
  3. Joderrr, Pep!!! si això és un diumenge qualsevol, no vull pensar un d'especial..... je, je!! ;P

    ResponderEliminar
  4. Pep, que añada era ese Veratón?. A mediados del año pasado lo probé ( cata rápida en una presentación) y me gustó mas que su hermano e incluso mas que el Aquilón, eran 2006.
    Quizá con el tiempo voy mas hacía vinos atlánticos que mediterraneos, por eso me gustaría volver a probarlos ahora, a ver como los veo.
    De aquel día destacó otro llamado Terrazas del moncayo 06, que si bien en nariz no decia gran cosa, en boca era tremendo.

    ResponderEliminar
  5. Ricard, benvingut al nostre blog, ens anirem seguint mutuament.

    Salut.

    ResponderEliminar
  6. Oscar, te tomo la palabra con lo de la barbacoa, ya te adelanto que me voy una semanita por tierras vascas en breve, así que compraré unos chuletones para, como tu dices, darle un repaso a tu "humilde" bodega ;-) Te mantendré informado.

    Salut.

    ResponderEliminar
  7. Víctor, quan vinguis tu per aquí, farem un Diumenge com Deu mana, jejeje. Ja pots anar rumiant que obrirem.

    Salut.

    ResponderEliminar
  8. Jorge, el Veratón era un 2006, estaba en su punto. Por el precio me quedo con el Veratón, sin duda. Tomo nota de ese Terrazas, no me suena.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Pep, magnífica descripción del homenaje que nos pegamos. Cuando la materia prima es buena, y de eso los vascos saben un poco, el éxito está asegurado. En cuanto a los vinos el Veratón no lo conocía y me sorpendió gratamente, de hecho me voy a hacer con alguna botella en breve. El Cadac cuando se pula esa astringencia puede ser un vino muy grande también.

    ResponderEliminar
  10. Veo que los que habéis probado ese Cadac hacéis incapie en el tema de lo astringente que es... veo en la web de la bodega (he babeado el teclado, me ha parecido una bodega digna de visita) que el vino es un 64% de cabernet sauvignon y el resto garnacha. Siendo una añada 2005 debería estar quizá bastante más accesible en todos sus registros pero, como os conozco bien, y sé que ambos sois de 'morro fino' y acertado, me da que 3 o 4 años más (y en formato magnum ni te explico!) le sentarían la mar de bien... pasa que entonces la garnacha ya veriamos por donde andaba... jejeje, parezco el abogado del diablo :-)

    Esta tarde me paso a interesarme por ese vino para probarlo :-).

    Abrazos.

    OG

    ResponderEliminar
  11. Yo también pensaba que siendo un 2005, lo encontraria casi en su punto, pero parece que la bestia parda que lleva dentro aun necesita algo más de reposo. La garnacha? No dudo de que aguantará un par de añitos más sin perder el frescor y esa fruta madura que le caracterizan. La bodega es preciosa, faltó muy poquito para ir a visitarla, cuando se de la ocasión te avisaré.
    Si te haces con un magnum de Cadac, acuérdate de los amigos cuando lo abras en unos añitos, eh granuja!!!

    ResponderEliminar