En Asturias, más concretamente en su suroeste existe una zona con un microclima especial con mayor insolación, menor pluviometría y donde se elaboran vinos de carácter atlántico. Estamos hablando de los Vinos de la Tierra de Cangas. Paisajes escarpados, abruptos, suelos pizarrosos, fuertes pendientes y un protagonista en forma de río: el Narcea. Estas características extremas para el cultivo de la vid hicieron que la mayoria de viticultores de principio de siglo abandonaran su labor y se dedicaran a la minería o a la indústria. Por ello actualmente ya sólo quedan 100 Ha de viñas de las más de 200 que había a principio de siglo. Dominan en su mayoría los viñedos centenarios y las variedades que dan mejor resultados son las autóctonas como la Albarín, la Verdejo Negro, la Carrasquín...
Se trata de vinos no muy fáciles de conseguir ya que la producción de las seis bodegas es limitada pero aprovechando la visita de alguien muy próximo a la zona nos pudimos hacer con una muestra representativa de los caldos elaborados en la VT Cangas. Y como no podía ser de otra manera al juntarse tantos aficionados al buen comer, acompañamos la velada con viandas asturianas.
Empezamos con el vino Monasterio de Corias Viña Grandiella 2009. Ha fermentado en madera y está elaborado mayoritariamente con Albarín y con algo de Moscatel y Albillo. De color amarillo pajizo, brillante, en nariz desprende aromas a fruta madura, piña, cítricos y pizarra. En boca es fresco, de trago medio, con una acidez marcada y con postgusto a mineral y cítricos.
Continuamos con el Corias Guilfa Blanco 2009. Un vino elaborado con Albarín, fermentado en barricas de roble francés y criado durante un tiempo sobre sus lías. Solamente se producen 500 botellas y su nombre procede del viento gélido de Asturias que tanta influencia tiene en estos vinos. De color amarillo pajizo desprende notas a fruta blanca, flores, goma, madera y mineral, mucho mineral. En boca tiene cuerpo, una acidez muy buena y es persitente. Muy diferente a los vinos bancos españoles que suelo tomar y me ha recordado un poco a los vinos blancos del centro de Europa.
El primer tinto fue el Castro Limes 2008, elaborado con la variedad Carrasquín y con una crianza de 9 meses en barricas de roble francés. Nos encontramos ante un vino de color rojo picota y de capa baja. en nariz notas a frutos rojos, violeta, tostados, crema y pizarra. Este olor a pizarra, casi metálico fue común en todos los vinos catados ese día. En boca es fesco, de trago medio, con los taninos integrados y con fondo mineral. Un vino muy fácil de beber.
Seguimos con el Corias Guilfa 2008, elaborado con Verdejo Negro y Carrasquín y con una crianza de 8 meses en barricas de roble francés. Se presenta de color rojo picota y con capa baja como su antecesor. En nariz notas a fresa, nata, torrefactos y pizarra. En boca es goloso, con tanino más marcado, de trago medio y deja un poco de sequedad al final.
Por último acabamos con el Pesgos Selección 2005. Un vino elaborado con Carrasquín, Albarín, Verdejo negro y Mencía, con una crianza de 20 meses en barricas de roble francés. Como los anteriores se presenta de color rojo picota y de capa baja. En nariz aromas a fruta madura, especias, balsámicos y pizarra. En boca es fresco, de trago medio, y con postgusto mineral.
Y hasta aquí los vinos catados de la VT Cangas. Muy a tener en cuenta los vinos blancos de esta región y recomendables los tintos a todos los que os gusten los vinos frescos, ligeros y minerales. Para terminar os dejo las imágenes de los productos asturianos que degustamos en esta fantástica jornada.
Chosco (embutido adobado, curado y ahumado del Tineo)
Fabada Asturiana
Gelatina de vino de VT Cangas con queso y anchoas
Chorizo de Cangas
Fabada Asturiana
Gelatina de vino de VT Cangas con queso y anchoas
Chorizo de Cangas