jueves, 18 de junio de 2009

Maridaje, tercera edición.

Lo que empezó como una cena improvisada entre amigos se ha convertido en un encuentro enológico-gastronómico de altos vuelos. Dos se encargan de hacer la cena y otros dos de traer buenos caldos que acompañen la contienda, con esta llevamos ya tres ediciones y cada vez se va subiendo el listón. El menú de esta última, como no, ha estado a la altura de lo esperado, una cocina original, cosmopolita e innovadora. Esta vez la cena nos aportaba una mezcla de color, sabor y texturas digna de la alta cocina. Nunca mejor dicho, puesto que nos hemos basado en recetas de un libro de Santi Santamaría a las que hemos añadido nuestro toque personal. Un entrante original compuesto de mermelada de naranja amarga como base, seguido de una capa de olivada negra y en la cima un rellano compuesto de branda de bacalao acompañada de dos cubitos de foie que le dan un final al plato espectacular! Todo adornado con una ligera lluvia de cebollino. Este entrante lo hemos acompañado de un cava rosado de las bodegas Agustí Torelló, Agustí Torelló Rosado Trepat Brut, espumoso muy indicado para tomarlo de aperitivo, seco pero a la vez afrutado, con notas delicadas a fresas, burbujas finas, un gran acierto.

El primer plato es todo un contraste de color y sabores, jugando con las características de la fruta, dulzura y acidez, la verdura y el toque exquisito del queso de cabra fundido y regado con un toque de reducción de vinagre de módena, un primer plato fresco y sabroso. Para maridar este primero hemos abierto un Verdejo de Rueda, Bianca 2008, un vino joven, varietal, fresco, aromático y frutal, con un final algo amargo que conjuga perfectamente con el dulzor de la cereza y la ligera acidez de la fresa, sin duda, una conjunción de sabores espectacular.

El segundo plato tiene sus raíces en Marruecos, un plato donde la base es el pollo, condimentado con varias especias, verdura y frutos secos, todo ello envuelto con una hoja crujiente de pasta filo, como adderezzo un canutillo crujiente de queso Parmesano y un hilo de reducción de Oporto. Un plato tan especiado complicaba su maridaje, el aporte de frutos secos y el pollo le daban una consistencia importante al plato, por lo que el vino debía ser por una parte algo fresco para no desentonar con las especies y por otra aportar estructura y cuerpo, Odysseus Rosado 2008, cumplía con creces los requisitos, aromas a frutos rojos y grosella demuestran su frescor y frutosidad, en boca equilibrado, con carácter, mineral, un pedazo de vino!

Para terminar el menú una Pannacota de moras de postre, acompañada, como no, de un Cava Brut Nature salido de una elaboración experimental. La gelatina utilizada para este plato le da consistencia al postre, una textura llena de sensaciones, la presentación bicolor de la Pannacota y el puré de moras le dan un toque original y llamativo. Una hoja de menta y un trozo de chocolate solidificado terminan de coronar este postre y esta gran velada.