miércoles, 20 de octubre de 2010

Tragos de Somontano



Hace ya casi un mes que Xavi Gutiérrez (All i Oli en la web de Verema) nos deleitó con una cata magistral de vinos de Somontano. La idea era dar a conocer algunos vinos y variedades desconocidas por la mayoría, y que por su limitada producción es muy difícil hacerse con una botella de estos vinos.

Empezamos con un blanco de Garnacha Blanca de viñas viejas, Osca Garnacha Blanca 2009. Ésta es la única bodega que elabora esta uva blanca en el Somontano. Por el color salta a la vista su juventud, amarillo claro con ribete casi transparente y con algún destello verdoso. Nariz muy expresiva y frutal, manzana, fruta madura (piña) y carmelo de fresa. Paso en boca elegante, fresco, untuoso, final con dejes metálicos y ligeramente amargo en el postgusto.
Un vino muy franco en todos los sentidos, fácil de beber y con la personalidad que le aporta la Garnacha Blanca, excelente RCP, ronda los 5€, si tenéis la oportunidad de haceros con una botella (o mejor varias) ni lo dudéis.

El segundo blanco de la cata es un monovarietal de la variedad Alcañón, Alodia Alcañón 2009. Una parte del mosto fermenta un breve espacio de tiempo en barricas nuevas de Roble Americano, el resto, fermentará en depósitos deacero inoxidable. A pesar de que existe alguna bodega que mantiene en propiedad algunas parcelas de esta uva, sólo Alodia elabora esta variedad casi desaparecida e ignorada mucho tiempo por su delicado cultivo, mantenimiento y poco rendimiento a la hora de producir vino. A la vista tiene una capa casi inapreciable, color amarillo muy pálido. En nariz se aprecian notas de fruta madura, flore blanca y hierba fresca. Su paso por barrica se deja notar en boca, para mi gusto demasiado, le aporta algo de cremosidad y sobretodo peso y amplitud, algo falto de fruta, quizás sin el aporte "maderil" éste vino carecería de estructura suficiente, una opinón muy personal, aunque creo esto fue comentado en la mesa por alguien más...9€, un precio muy razonable para poder probar ésta variedad tan escasa.

Pasamos a un rosado de la misma bodega, Alodia Parraleta 2009, otra variedad autóctona del Somontano. Ésta bodega elabora el único monovarietal rosado de Parraleta que existe actualmente en la comarca. Como el anterior, parte del mosto fermenta un tiempo en barrica de roble, realizando su crianza sobre sus propias lias, con constantes batonages durante un período aproximado de tres meses. El resto fermentará a muy baja temperatura en depósitos de acero.
Color fresa muy vivo y brillante. Nariz con poca intensidad de fruta, aparecen notas golosas a gominola y fondos a levadura. En boca poca cosa, acidez algo marcada, poca carga frutal y un final demasiado cálido para mi gusto. Un rosado que a la vista pintaba muy bien, pero en las formas ha fallado estrepitosamente, falto de frescura y sobretodo de aporte frutal. Su precio ronda los 8€...

Empezamos la ronda de tintos con un Syrah joven, Meler Syrah 2009. Color picota de capa alta, brillante y ribete amoratado. Nariz muy jovial, aromas a fruta negra, frutas del bosque, floral, tinta china y ligeras notas minerales. Boca potente y algo falto de fruta a sabiendas de su juventud y lo encontrado inicialmente en nariz, amplio y con un final algo amargo. Un vino correcto aunque me esperaba más expresividad en boca, su precio, 8€.

Pasamos ya a un tinto con crianza, Nunc Crianza 2006, elaborado con un coupage de las variedades tintas Merlot, Syrah y Cabernet Sauvignon. Color picota cubierto, limpio y brillante. Nariz muy expresiva y golosa, mermelada de fresa, fruta roja, higos, especias (clavo), fondos tostados y mina de lápiz. En boca la fruta y la madera estan perfectamente fusionados, especiado, cálido y con final largo. Un vino con una nariz muy expresiva y boca bien compensada por ese paso en barrica (6 meses). Su precio, unos 8€, excelente RCP, lo recomiendo.

Continuamos con un vino de autor de la misma bodega que el joven Syrah, Andrés Meler 2005, elaborado con las mejores uvas de Cabernet Sauvignon de su finca Las Almunietas, paso por barrica de roble francés y americano durante 12 meses. Es la única añada que han hecho de éste vino, cualificada como excelente por la D.O. Con esta carta de presentación todos estábamos deseosos de probarlo: Color picota de capa alta, lágrima densa. En nariz rápidamente muestra sus carta, fruta madura, lácticos, guindas en licor, olivada, pimiento asado, regaliz y ligeros tostados. Entrada potente, amplio, largo recorrido acompañado de un final con ciertos verdores. Interesante appuesta la que hace la bodega con éste monovarietal tan personal, su precio aproximado es de 22€, recomendable.


Con Sentif 2006, cerramos la cata de Somontano, un vino con una crianza de 13 meses en roble francés, un coupage de Garnacha, Merlot, Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Moristel, todas estas variedades realizan la fermentación por separado, tanto la alcohólica en depósitos de acero, como la maloláctica en barricas de roble. Éste vino es el único que produce la bodega, no hacen más de 15.000 botellas.
Bonito color picota de capa alta. Nariz algo cerrada inicialmente, le cuesta abrirse, aromas a sotobosque, a medida que vamos aireando el vino aparecen la fruta madura, lácticos, ahumados, especias y fondos tostados. En boca nos muestra todo su poderío, goloso, carnoso, amplio, vuelven la fruta negra en el retro que perdura en boca gracias a su largo recorrido. Su precio, 18,50€, en mi opinión los vale, me gustará seguir sus andaduras en próximas añadas, repetiré seguro.

Esto es todo, una cata muy didáctica y amena, no sólo hemos disfrutado catando estos vinos tan desconocidos por la mayoría, sino que también hemos aprendido con las explicaciones de Xavi: Moltes gràcies per la bona estona que ens has fet passar!!


Salut.



viernes, 1 de octubre de 2010

Noche de clásicos




Digamos que hasta el día que realizamos esta cata, yo y los Rioja
clásicos, no íbamos por el mismo camino, por eso, durante un tiempo y hasta la fecha los he ido arrinconando en el fondo de la bodega esperando a que algun día se me ocurriría que hacer con ellos. Ese día llegó, y como no, la organización del evento se llevó a cabo en el "enogaraje" más conocido de todo el Vallés, y cabe decir que mi gusto por estos clásicos ha mejordado sustancialmente a raíz de esta cata. Descorchamos, inicialmente, un total de 8 botellas de vino D.O Rioja, la mayoría sin saber en qué estado los encontraríamos, una incógnita a la qué rápido le dimos respuesta:

Empezamos con un Berberana Reserva 1980, a destacar su sorprendente nariz, torrefactos, café, cueros, toffe, aromas, que no decayeron en ningún momento, personalmente, junto con la añada del 94 de Monte Real Reserva, el vino con mejor nariz de la noche, empezamos bien.

Seguimos con un Cerro Añón Reserva 1988, aromas a laca muy presentes, regaliz cueros y tostados ligeros que rápidamente fueron perdiendo fuerza, quedándose el vino en poca cosa, tanto en nariz como en boca.

Llegados a éste punto descorchamos 5 añadas de Monte Real Reserva: 87 (dos botellas), 94, 98, 00 y 03. Las dos botellas del 87 estaban algo decrepitas, no había por dónde coger éste vino, por lo que no merece más comentario. Si hay que destacar una añada de entre las abiertas, sin duda, y diría que por mayoría absoluta, esta fue la del 94: A destacar esos finos terciarios, cuero, tostados, cremoso, fondos florales y una redondez en boca que dejan atónito, un vino con una elegancia superlativa y con gran personalidad, espectacular añada.

Otra añada a destacar, personalmente, fue la siguiente, 1998: Color teja, limpio, nariz de buena intensidad, lácticos, fondos tostados, especias, persistente y con una acidez aún bastante presente, no llega a la armonía y la redondez del anterior, pero viendo lo bien que evoluciona éste vino en botella, probablemente con algun año más encima casi seguro que se podría acercar, y mucho, a la añada del 94.

Para terminar ésta "vertical" de Monte Real Reserva, abrimos dos añadas más actuales, 2000 y 2003. Lógicamente nada que ver con los anteriores: Colores picota de capa media, con ribete ligeramente anaranjado, ya se perciben aromas a fruta roja madura, lácticos, tostados, especias...Paso en boca bastante frutal, sabroso, taninos aún por pulir, sobretodo en la añada 2003, buena acidez sin despuntar demasiado, lo que me hace pensar si tendrá la misma capacidad de guarda que sus antecesores, quizá éstas últimas añadas han tomado un estilo más moderno sin perder ese carácter clásico tan característico de los vinos de Rioja. Lo mejor será hacerse con algunas botellas de varias añadas, arrinconarlas en la bodega y volver a montar otra vertical en unos años para comprobarlo...

Para terminar la contienda riojana, abrimos un Contino Reserva 2001, otra historia, un cambio de registro total, podríamos decir en términos futbolísticos, que juega en otra liga: Color cereza de capa media, brillante, nariz muy intensa, fruta madura, notas especiadas, ligeros tostados, cueros, vainilla, café en grano, ahumados. En boca continua dejando huella, esa intensidad en nariz se denota y de qué manera en boca, redondo, amplio, sabroso, buen equilibrio entre la acidez y ese punto goloso, fruta madura en el retro y con un recorrido laaaaaargoooo. Una pequeña joya que ahora está increible, con unos años más encima puede estar de escándalo.

Pues aquí se acaba la cata de Riojas, y digo de Riojas, porque con la alegría que da el buen vino y la compañía, decidimos de forma unánime abrirnos dos MAGNUM de la bodega Clos Dominic, vinazos en toda regla, qué digo vinazos, verdaderas obras de arte, puro terroir, puro Priorat: Clos Dominic Vinyes Altes Selecció Ingrid 2007 y la joya de la corona de ésta bodega, Clos Dominc Vinyes Altes Selecció Andreu 2007, que queréis que os diga, para ponerse a llorar, menudo final de fiesta, ¡¡¡ de traca i mocador!!!

Como siempre, un placer compartir mesa y copa con todos vosotros, hasta la próxima.


Salut!