lunes, 18 de abril de 2011

Asturias patria querida

En Asturias, más concretamente en su suroeste existe una zona con un microclima especial con mayor insolación, menor pluviometría y donde se elaboran vinos de carácter atlántico. Estamos hablando de los Vinos de la Tierra de Cangas. Paisajes escarpados, abruptos, suelos pizarrosos, fuertes pendientes y un protagonista en forma de río: el Narcea. Estas características extremas para el cultivo de la vid hicieron que la mayoria de viticultores de principio de siglo abandonaran su labor y se dedicaran a la minería o a la indústria. Por ello actualmente ya sólo quedan 100 Ha de viñas de las más de 200 que había a principio de siglo. Dominan en su mayoría los viñedos centenarios y las variedades que dan mejor resultados son las autóctonas como la Albarín, la Verdejo Negro, la Carrasquín...


Se trata de vinos no muy fáciles de conseguir ya que la producción de las seis bodegas es limitada pero aprovechando la visita de alguien muy próximo a la zona nos pudimos hacer con una muestra representativa de los caldos elaborados en la VT Cangas. Y como no podía ser de otra manera al juntarse tantos aficionados al buen comer, acompañamos la velada con viandas asturianas.

Empezamos con el vino Monasterio de Corias Viña Grandiella 2009. Ha fermentado en madera y está elaborado mayoritariamente con Albarín y con algo de Moscatel y Albillo. De color amarillo pajizo, brillante, en nariz desprende aromas a fruta madura, piña, cítricos y pizarra. En boca es fresco, de trago medio, con una acidez marcada y con postgusto a mineral y cítricos.


Continuamos con el Corias Guilfa Blanco 2009. Un vino elaborado con Albarín, fermentado en barricas de roble francés y criado durante un tiempo sobre sus lías. Solamente se producen 500 botellas y su nombre procede del viento gélido de Asturias que tanta influencia tiene en estos vinos. De color amarillo pajizo desprende notas a fruta blanca, flores, goma, madera y mineral, mucho mineral. En boca tiene cuerpo, una acidez muy buena y es persitente. Muy diferente a los vinos bancos españoles que suelo tomar y me ha recordado un poco a los vinos blancos del centro de Europa.

El primer tinto fue el Castro Limes 2008, elaborado con la variedad Carrasquín y con una crianza de 9 meses en barricas de roble francés. Nos encontramos ante un vino de color rojo picota y de capa baja. en nariz notas a frutos rojos, violeta, tostados, crema y pizarra. Este olor a pizarra, casi metálico fue común en todos los vinos catados ese día. En boca es fesco, de trago medio, con los taninos integrados y con fondo mineral. Un vino muy fácil de beber.


Seguimos con el Corias Guilfa 2008, elaborado con Verdejo Negro y Carrasquín y con una crianza de 8 meses en barricas de roble francés. Se presenta de color rojo picota y con capa baja como su antecesor. En nariz notas a fresa, nata, torrefactos y pizarra. En boca es goloso, con tanino más marcado, de trago medio y deja un poco de sequedad al final.

Por último acabamos con el Pesgos Selección 2005. Un vino elaborado con Carrasquín, Albarín, Verdejo negro y Mencía, con una crianza de 20 meses en barricas de roble francés. Como los anteriores se presenta de color rojo picota y de capa baja. En nariz aromas a fruta madura, especias, balsámicos y pizarra. En boca es fresco, de trago medio, y con postgusto mineral.


Y hasta aquí los vinos catados de la VT Cangas. Muy a tener en cuenta los vinos blancos de esta región y recomendables los tintos a todos los que os gusten los vinos frescos, ligeros y minerales. Para terminar os dejo las imágenes de los productos asturianos que degustamos en esta fantástica jornada.

Chosco (embutido adobado, curado y ahumado del Tineo)

Fabada Asturiana

Gelatina de vino de VT Cangas con queso y anchoas

Chorizo de Cangas

Escalopines al queso de Valdeón

lunes, 11 de abril de 2011

Garnachas de Campo de Borja y el mundo

El pasado mes de marzo se celebró en Barcelona una cata de Garnachas organizada por la DO Campo de Borja y The Wine Academy. Fue dirigida por el Master of Wine Pancho Campo y se probaron vinos de 4 bodegas de Campo de Borja y de otras 4 regiones.


Debido al elevado número de vinos que había para catar fuimos bastante rápido y no pudimos profundizar mucho en cada uno de ellos pero encuentro interesante dejatr las notas que tomé de cada uno de ellos para que tengáis una orientación a la hora de elegir una Garnacha.


De la zona de Campo de Borja probamos vinos de tres añadas diferentes. De la 2009 catamos tres vinos y todos los encontré muy frescos y ligeros. El Cayus Selección, muy fácil de beber, destaca por un paso en boca muy goloso, sin apenas taninos y aromas intensos a fruta. El Garnacha Centenaria, pura golosina en nariz, con fondos de vainilla y flores y un paso fresco. Y el Tres Picos, goloso como los anteriores pero con presencia de especias como el clavo y la pimienta. Tres vinos para el día a día asequibles para todos los bolsillos.

De la añada 2008 probamos el Fagus (el 85% de este vino procede de la añada de la etiqueta y el resto de la anterior y posterior) que se muetra más complejo y a parte de fruta desprende cacao, tofe, nata y torrefactos. En boca es largo y parece que puedas masticar el tofe. También de esta añada era el Terrazas del Moncayo que se muetra complejo y largo como el anterior pero esta vez con aromas a tostados y especias.

De la 2007, el Berola, goloso y de tanino medio con aromas a frutos rojos, flores y madera. El Alto Moncayo, un vino procedente de viñas viejas, con la firma del enólogo australiano Chris Ringland. Se presentó de un color intenso, muy oscuro y de capa alta. En nariz notas a fruta madura, especias, cuero, vainilla y seguro que hubiesen seguido saliendo más aromas si lo continuamos moviendo. En boca es amplio, con el tanino integrado y con un post gusto largo. Y por último su hermano mayor para acabar con los vinos de la región, el Aquilón. Un vino que te llena la boca, sedoso, complejo y muy expresivo con notas a fruta, balsámicos, eucalipto, vainilla y café. En fin una delicia de vino aunque creo que su hermano menor guarda una mejor relación calidad precio.

En cuanto a los vinos de otras regiones empezamos probando un Priorat, el Negre de Negres 2008, que además también está hecho con Cariñena, Syrah y Cabernet Sauvignon. Se trata de un vino potente, cn los taninos marcados, con el mineral muy presente y con notas a frutos rojos y regaliz.

Seguimos con un vino de Navarra, el Terroir 2008 de la bodega Domaines Lupier. En nariz se presenta complejo, con aromas a violetas, sotobosque, pizarra y fruta. En boca destaca su frescura y la acidez que tiene. Un vino muy diferente a las Garnachas que he probado hasta ahora, que me gustó mucho y que no me importaría probar más pausadamente.

De Francia venía el Tardieu Laurent Cuvée Spéciale 2006. Este vino procede de la zona de Châteauneuf de Pape y está elaborado con Garnache. Los suelos de esta zona están cubiertos por completo con cantos rodados, lo que aporta al vino una gran dosis de mineralidad. De color cereza y capa media, es el vino con menos tonalidad de la cata. En nariz es complejo con notas a mineral, hierbas provenzales, hinojo y olivada, una maravilla para los sentidos. En boca tiene cuerpo, una acidez muy correcta y un leve picor que recuerda a la pimienta. Otro vino a tener en cuenta y una zona para meterse a fondo.

Por último nos fuimos a Australia para probar el Clarendon Hills Grenache Old Vines Romas 2005. Un vino elaborado de la mano de Roman Bratasuik y con una crianza de 18 meses en barricas de roble francés. Destacan las notas a ciruela muy madura, casi licorosa, balsámicos y a caja de puros. En boca es largo, con los taninos domados y buena acidez. Para mi gusto la fruta es demasiado madura y no es de los vinos que volvería a catar.

Y hasta aquí los vinos que catamos esa tarde de marzo y que nos sirvieron para poder comprobar como se puede expresar la Garnacha en todos stos suelos diferentes.