viernes, 13 de abril de 2012

Una noche en VAdeBACUS


Noches como la de ayer te hacen ver que a veces la improvisación tiene su lado bueno, la idea inicial era juntarnos un grupo de amigos para catar vinos de dos variedades diferentes, Palomino y Syrah, y cada uno se encargaba de traer una botella. Hasta aquí todo normal, pero a última hora hubieron varias bajas inesperdas, por lo que nos quedamos en cuadro, pero decidimos seguir adelante con "la quedada" pero cambiando de temática, cada uno trajimos una botella bajo el brazo, tapada para no dar pistas, y así fue todo:

Para empezar aromas a espumoso francés asomaban por la copa, bollería, briox, tiza y manzana al horno, un paso en boca cremoso y opulento nos daba paso a una acidez marcada que invita a seguir bebiendo, oh la la, menudo Blanc de Blancs, Guy Charlemagne. Acompañó a la perfección un bocado de foie micuit con pastelito de vainilla y manzana con reducción de PX.


Seguimos con un blanco, su nariz cautivadora nos lleva rápidamente a Alemania, delante teníamos un riesling de traca, inicialmente algo tímido asomando ligeras notas cítricas, pero poco a poco va sacando el monstruo que lleva dentro, ligeras notas salinas y a lima y una mineralidad (sobretodo en boca) que nos lleva de cabeza a la zona de Nahe, Dönnhoff Hermannshohle 2008 GG, casi nada, muy jóven todavía, pero que bueno es pecar...
Acompañó a una crema de zanahoria y coco con berberechos al natural.


Cambiamos de tercio y vamos a por el primer tinto, color tirando a picota de capa alta, notas algo maduras, balsámicos de fondo que poco a poco se van disipando, a medida que va cogiendo aire nos aporta más pistas, tabaco, notas terrosas, vegetales, higos secos y dátiles, boca potente, de nuevo afloran las notas algo pasificadas, dejando un posgusto final largo. Delante teníamos una Carignano (Cariñena) de La Sardegna, Rocca Rubia Riserva 2008, grata sorpresa, primer contacto con vinos de esta zona y seguro que repetiré.
Este vino acompañó un rico rissotto de trigo con espárragos y ceps, aceite de trufa y langostinos.


Para terminar otro tinto, su nariz ya nos daba señales de que estábamos delante de "un grande". Color cereza intenso, nariz fina, elegante y noble, paso en boca potente, goloso, con unos taninos firmes, fresco y equilibrado. Le queda tiempo en botella, pero ahora mismo ya está muy disfrutable. Tengo que decir que me he sacado una espina que tenía clavada con este vino, lo descorché hace un año para mi cumpleaños y nos llevamos, todos, una decepción, que diferencia, no tiene nada que ver ese vino que tomamos con el de hoy, La Nieta 2005, como decía al principio, un grande.
Un cochinillo crujiente fue el agraciado, acompañó de la mano a esta joya de la familia Eguren.

Y esto es todo, agradecer a nuestros amigos de Vadebacus el buen rato que nos hicieron pasar.










martes, 3 de abril de 2012

La Múscia del Vi, 7ª edición



Van pasando los días y poco a poco voy asimilando todos los vinos que pudimos probar, que no fueron pocos. Intentaré resumirlo de la mejor forma posible:

Para empezar a abrir boca una burbujas de Colet-Navazos, Extra Brut y Reserva Extra Brut, elaborados por el método tradicional, y con la variedad Xarel.lo en el primero y Chardonnay en el segundo, hasta aquí todo normal, lo curioso de estos espumoso radica en las pequeñas adiciones de levaduras de flor y/o de lías de crianza biológicas en la segunda fermentación, y el toque jerezano que le aportan cuando le añaden el licor de expedición en el degüelle, (PX, Palo Cortado, Amontillado...) . Dos espumosos extraordinarios, de nariz intensa y muy expresiva. Seguimos con burbujas francesas, Bollinger y Delamotte, del primero poco que contar que no sepamos ya, del segundo destacar, y mucho, su Blanc de Blancs, finas notas de bolleria recién hecha, acompañado de notas florales y frutos secos, su paso en boca largo, suave y elegante, chapeau!

De aquí damos un pequeño salto y nos vamos a los blancos alsacianos, destacaría entre lo que pude probar Marcel Deiss Engelgarten, Riesling y un poco de Pinot Gris si no apunté mal: Nariz perfumada, notas florales y cítricas sobretodo y un paso en boca potente, con recuerdos a fruta confitada y una acidez siempre presente en todo momento dejando un final ligeramente dulce, para terminarte la botella sin darte cuenta.

Seguimos con más blancos, ahora de la Borgoña, de nuevo, como en la pasada edición, no pude pasar sin probar los Pouilliy Fuissé de Chateau Fuissé: Vieilles Vignes, Le Clos y Tete de Cru, magníficos Chardonnay a tener muy en cuenta. Portugal estaba muy bien representada por la bodega Niepoort, su blanco Redoma Branco Reserva una delicia, envejecido en roble francés, presenta una nariz compleja, inicialmente muy primaria con notas a manzana verde y plátano dejando paso luego a notas algo más cremosas y de bollería. En boca destaca por una acidez algo punzante, evidentemente le queda tiempo en botella para ir redondeando, un gran vino que con el tiempo mejorará, y mucho.
Otra vinazo, el Ribeiro de Emilio Rojo, qué potencial, muy jóven todavía, demasiado (esta es una tonica que nos hemos encontrado con la mayoría de vinos) pero ya muestra maneras, nariz franca y en estado muy primario y una boca con mucha personalidad, le falta ese tiempo en botella para llegar a ser un blanco de bandera.
Clos D'Agon Blanc, un blanco elaborado con variedades tipicas del Ródano (Viogner, Roussanne y Marsanne), un vino que destacaría por su paso en boca: serio, elegante, opulento y graso.
Otro blanco que me gustaria destacar es Artigas de Bodegas Mas Alta, sus tintos son autenticas joyas (La Basseta y La Creu Alta), pero no tenía ninguna referencia de su blanco. Muy buenas sensaciones, notas cítricas, fruta blanca (pera) y un fondo mineral que te lleva directamente a la tierra de la llicorella. Envolvente en boca, notas finas a madera de su suave paso por barrica, elegante y equilibrado. Como curiosidad, en su coupage hay una pequeña parte de Pedro Ximenez.


Llegados a este punto hicimos una pequeño y necesario paron para recuperar fuerzas, 15 queseros de toda Europa nos esperaban con una amplia selección de quesos artesanales, un lujo, os lo aseguro.

Con las fuerzas renovadas pasamos a los tintos, arduo trabajo lidiar con ellos. Como ya he comentado anteriorment la mayoría de estos vinos estan todavía en "pañales", incluso algunos eran muestras de tina y embotellados para la ocasión, es decir, la "sobredosis de taninos" que nos dimos en la ronda de tintos fue brutal, por lo que mis anotaciones empezaron a ser algo deficientes, por eso y por la carga de vinos acumulada, claro está.

Para empezar un tinto del Ródano Sur: Tardier-Laurent Chateauneuf-du-Pape Cuvée Spéciale, ya lo había probado en una cata que organicé hace muy poco, un vino para meditar, complejo, frágil y sensual, beber para creer...

Seguimos con otra joya, Barbera d'Alba Vigneto Pozzo dell' Annunziatta (magnum) de Roberto Voerzio, único pago donde elabora su mítica Barbera, ubicado en el municipio de La Morra, sus vinos son un ejemplo claro de expresión del terroir, y ésta Barbera no es una excepción: frutos maduros, tierra mojada, trufa, regaliz, dejes minerales y mentolados de fondo muy presentes, en boca se puede masticar, concentrado, carnoso y con un tanino que pide a gritos más botella, una bestia parda que aúna años de reposo.

Pasamos ya a algunos vinos nacionales: elegancia y personalidad de Mauro VS, los vinos de esta bodega son un seguro, su "básico" Mauro, entre mis vinos favoritos. Celia e Inés de Bodegas Vizcarra, dos auténticas bombas, mejoraran en botella. La Cueva del Contador de Benjamín Romeo, complejo, fruta roja y negra madura, evidentes notas de su paso por barrica, en boca, lo mejor, directo, envolvente, con cuerpo, no deja indiferente, un morlaco en toda regla.
Clos Erasmus, no os podéis imaginar lo que puede dar de sí un dedo de éste vino (iba muy racionado, jeje), digo vino pero podría decir elixir, os lo aseguro, evidentemente muy jóven todavía, pero madre mia qué elegancia, qué concentración de aromas, qué suavidad, qué complejidad, y todo ello en uno solo "traguito", supremo!
De la D.O Costers de Segre, Cèrvoles: complejo, fruta madura, tabaco, ahumados de fondo, sabroso y muy persistente.



Para rematar la faena un toque dulce, Chateau Climens, una pequeña dosis de Sémillon botritizada, fino, equilibrado y delicado paso en boca, perfecto para acompañar platos de la "haute cuisine".

Hasta aquí mi pequeña aportación del día que pasamos entre vinos y entre amigos, mucho me dejo en el tintero, pero seguro que os hacéis a la idea que en eventos de este tipo es muy complicado poder explicarlo todo, en un par de años, más música!