martes, 29 de marzo de 2011

Solomillo, Foie y buena compañía.





Entre cata y cata los "tanino" también nos juntamos para disfrutar de la buena cocina, acompañada, como no podía ser de otra manera, de buenos vinos. Hace ya un par de semanas se dió una de estas ocasiones, pasamos un buena rato disfrutando de las buenas viandas y del buen beber.

Para empezar una gelatina de Dry Martini, un aperitivo de diseño donde la textura gelatinosa da el toque de originalidad.
Continuamos con una serie de entrantes sencillos: Voulevant con revuelto de hongos y foie; cubos de queso feta con anchoas del cantabrico y piñones. Todo ello regado con unas burbujas rosadas de nuestro idolatrado Alex Barzen, Spätburgunder 2009, afrutado, fresco y elegante, perfecto como aperitivo.

Pasamos al plato principal, solomillo de buey con foie y reducción de Oporto, dos manjares que van juntos de la mano, estan hechos el uno para el otro, la reducción de Oporto da la pincelada a un bocado ya de por sí exquisito, una excelente materia prima es la clave para que éste plato deje con la boca abierta a todos los comensales. Un Priorat de la bodega Torres acompañó al solomillo, Salmos 2005 (última botella) y Salmos 2008. El primero, decantado poco antes de servir el segundo plato, notas terciarias toman la delantera, poca fruta queda ya en éste 2005, personalmente me gustó más hace justo un año cuando descorche la penúltima de las 6 que había comprado. El 2008 es otra cosa, para mi empieza a estar ya en su punto, fruta madura, notas florales, chocolates, especias y fondos tostados. En boca es potente pero elgante, afrutado y con notas tostadas en el postgusto, en su punto.


Antes de continuar con los postres, y para ayudar a bajar el solomillo, descorchamos un vino dulce hecho de Ondarribi Zuri sobremadurada que compramos en nuestra visita a la bodega, Itsasmendi Urezti Vendimia Tardia. Nariz con notas amieladas, piel de naranja y fruta blanca tipo pera o manzana golden, notas especiadas muy de fondo (ya llevaba un rato con la copa dando tumbos). Paso untuoso y largo en boca, redondo, fresco, no empalaga para nada, buen equilibrio entre el azúcar residual y la acidez...Los 50cl. se terminaron en un abrir y cerrar de ojos.

Para terminar, unas fresas maceradas en Moscatel de la Costa Brava y cubiertas de batido de fresa, una rica manera de cerrar la contienda.


miércoles, 23 de marzo de 2011

Seleccions de Clos Dominic, Priorat en estado puro


Varias son las catas que he realizado de la bodega Clos Dominic y me considero un gran admirador de sus vinos. En las catas realizadas hasta el momento se solían probar los tres vinos que hacen (Clos Petó, Vinyes Baixes y Vinyes Altes) y como colofón una de sus espectaculares selecciones. Todos y cada uno de ellos deleitaban al personal y de hecho nunca faltan en mi bodega. Pero esta vez se quiso dar un paso más allá y nos salimos un poco del guión. Para empezar se escogió un día catalogado como muy bueno en el calendario de cata lunar que nos facilitó la bodega. Los asistentes, una mezcla entre contrastados blogueros y apasionados por el mundo del vino ya eran conocedores de la bodega en su mayoría y venían dispuestos a descubrir qué se esconde detrás de estas joyas del Priorat. Y en cuanto a los vinos, se escogieron las bestias pardas de la bodega.


Para ponernos en
situación decir que Clos Dominic es una bodega familiar del Priorat, nada intervencionista en la elaboración de sus vinos. La bodega está situada en Porrera y a un kilómetro está la Tena, la finca de donde proceden los vinos y el lugar al que te trasladas cada vez que acercas la nariz a la copa. Dentro de poco voy a visitarla por primera vez así que ya os contaré más detalles.


Los vinos elegidos fueron los Seleccions de la bodega y un invitado de excepción, su vino blanco. Estos vinos son selecciones del vino de gama alta de la bodega (Vinyes Altes), sólo se realizan cuando la añada es excelente y proceden de viñas viejas que dan resultados muy satisfactorios. Su producción es muy pequeña y llevan los nombres de los hijos de Domincic y Paco (Miriam, Ingrid y Andreu) en función de si están hechos de Cariñena, Garnacha o de ambas. Todos ellos fueron decantados durante un mínimo de 5 horas.

El primer vino ca
tado fue el Clos Dominic Blanc 2008 en su formato magnum. Este vino está elaborado con Garnacha blanca, Macabeu y en menor medida Picapoll y Riesling. Ha permanecido durante 12 meses en barrica de roble francés y situado en una de aquellas esquinas mágicas que hay en la bodega. Se presenta untuoso y de un color dorado subido. El espectáculo empieza cuando te acercas la copa a la nariz. Destaca lo intenso que es y en seguida desprende aromas a matorral, frutos secos, cítricos (limón, piel de naranja), orejones, hierbas aromáticas, aquí los afortunados que han estado en la finca dicen que huele a la Tena, y al cabo de un rato notas muy curiosas a tomatera. En boca es goloso, con una acidez muy correcta y un postgusto largo. Un vino muy diferente a los blancos que estamos acostumbrados y con una larga vida en botella.


A continuación le tocó el turno al Vinyes Altes Selecció Miriam 2006. Este vino está elaborado en un 95% con Cariñena y ha permanecido 18 meses en barricas de roble francés. Fue el único de los vinos que no se presentó en formato magnum y el que ha estado más tiempo embotellado. De color picota intenso y capa media-alta en nariz destaca su alta complejidad. Empieza con notas a laca, frutos rojos, violeta, flores, torrefactos y el típico mineral de la zona. Al oxigenarlo aparecen aromas a cola y sotobosque. En boca permanece el mineral y los frutos rojos, es potente, equilibrado, con los taninos domados y con un postgusto largo. Entra tan bien que apenas se nota que tiene alcohol. Es evidente que es el vino que está más evolucionado y listo más para ser bebido.

Seguimos con el Vinyes Altes Selecció Ingrid 2007 en formato magnum. Es un monovarietal de Garnacha procedente de viñas viejas y ha permanecido 18 meses en barricas de roble francés. El color es muy parecido a su antecesor aunque quizás un poco más brillante. En nariz es el que se presenta más cerrado de todos (después de 6
horas de decantación!) pero al cabo de un rato empieza a mostrar todo el potencial que le atesora con notas a frutos rojos, fresa, mineral, acetona, balsámicos y tinta china. En boca es potente, con los taninos un poco más marcados, frecos y con una acidez que le augura un futuro prometedor en botella. Un vino extraordinario que le ha costado un poco expresar lo que lleva dentro y con un porvenir muy bueno.
Por último el Vinyes Altes Selecció Andreu 2007 en formato magnum. Este vino está elaborado con Cariñena de viñas viejas y ha estado 18 meses en barricas de roble francés. También necesitó una dosis de oxígeno extra a parte de la decantación pero en seguida dio muestras de su complejidad. En nariz desprende aromas a frutos rojos, toffe, cacao, mineral, hierro. Seguimos moviendo la copa y aparece el tomillo, sotobosque, incienso, da la sensación que podrías seguir moviendo la copa toda la noche y los aromas irían variando continuamente. En boca es sedoso, envovente, de largo postgusto y otra vez con esa acidez que le va dar la gloria eterna. Nos encontramos delante de un vino que ya presenta muy buenas maneras pero que no va a hacer nada más que mejorar en los próximos años. Es difícil pero valdría la pena hacerse con una botella y guardarla un tiempo para comprobar si como alguien dijo en la cata se convierte en el Pingus del Priorat.

Y hasta aquí esta gran cata tan difícil de realizar que fue posible gracias a la organización de Oscar Gallifa y a la colaboración de Dominic y Paco. Gracias a todos por hacernos disfrutar con estos vinazos!!!

miércoles, 16 de marzo de 2011

Odysseus: El juego de los Syrah 2008




Silvia Puig y Josep Puig (Viñedos de Ithaca) nos hicieron participes éste viernes pasado de un juego donde la idea consistia en catar dos vinos y hacer nuestros coupages con diferentes porcentages de los vinos, para encontrar así el que más nos gusta. El "juego" venía en una caja, dentro encontramos las dos botellas de vino, una muestra del terruño de cada uno de los vinos y una carta firmada por los susodichos con una breve explicación:

La bodega tiene en Gratallops dos parcelas de Syrah, distan tan solo 10 metros una de la otra, pero sus suelos son marcadamente diferentes. En uno de ellos predomina la pizarra (llicorella), en el otro el panal (mezcla de arcilla, cantos rodados, arena, silicio y pizarra).




Sentados todos alrededor de una barrica, empezamos el juego catando primero el Syrah de panal: Color picota de capa alta con ribete amoratado, nariz inicialmente poco expresiva, tan solo apreciamos notas balsamicas y fondos a pimienta negra. Después de un rato aireándolo, asoman notas a paloduz, chocolate, café y tostados. Paso en boca elegante, fresco y con un posgusto medio.

Seguimos con el Syrah de llicorella: Color picota, más intenso si cabe que el anterior, de capa alta y ribete amoratado. Inicialmente le cuesta mostrar "su nariz", notas lácteas que desaparecen rápidamente para dar paso a aromas especiados, balsamicos (anisados), tiza y albaricoque, evolucionando hacia orejones. Entrada potente, tanino algo marcado pero sin ser molesto, paso largo que deja un ligero postgusto a regaliz negro.

Después de probar los dos vinos, estuvimos todos de acuerdo en que necesitan un afinamiento en botella, un par de añitos creemos que sería tiempo suficiente para que puedan asentarse y mostrar todo su poderio. El que más gustó, el Syrah llicorella, tanto por su nariz, como por su portentoso paso en boca, ¡brutal!

Llegado el momento de hacer los coupages, decidimos primero hacer el que la bodega aconseja, aunque probados los vinos, creímos también que sería el más indicado, 2/3 partes de Syrah llicorella por 1/3 de Syrah panal, una fusión de dos terruños donde la llicorella le aporta personalidad y estructura y el panal una pincelada de frescura, dando como resultado un vino más expresivo y complejo con un tanino algo más sedoso y esa potencia (domada) típica de los buenos vinos del Priorat, excelente combinación.

Difícil superar éste vino, pero por probar que no quede, hicimos otro coupage, ésta vez mitad y mitad...El resultado fue otro muy diferente, sobretodo en boca, un paso más fresco y amable ayudan a que éste segundo vino sea más fácil de beber que el primero, aunque la mayoría nos quedamos con el primer "combinado".


Gracias Carles por el buen rato que pasamos en el Celler de Coll Favà.
Vicente y Toni, como siempre, un placer compartir copa con vosotros.



miércoles, 9 de marzo de 2011

Descobrindo os Vinhos Portugueses



El pasado fin de semana tuve la suerte de asistir a una cata del club Vino&Teca en el restaurante Bebop de Sant Cugat. La temática de estas catas es sorpresa y los organizadores las preparan a conciencia para explicar en profundidad los vinos elegidos.

Esta vez los protagonistas fueron los vinos portugueses y más concretamente la DOC Douro. Es la región vinícola más importante de Portugal y donde se realizan los vinos de Oporto. Los suelos son ricos en pizarras y esquistos y existe un gran número de variedades autóctonas que dan mucha personalidad a sus vinos. El río Duoro es el eje de esta región y en sus márgenes y meandros estan plantados los principales viñedos.


Los vinos elegidos para la cata pertenecen a una de las bodegas más prestigiosas del país, Niepoort, dirigida por uno de esos productores que crean escuela en el mundo del vino, Dirck Van Der Niepoort. Es una bodega familiar (ya van por la quinta generación) y se caracteriza por el uso de métodos tradicionales con bajos rendimientos. Y después de esta breve introducción para situarnos vamos a describir los vinos seleccionados:

El primer vino fue el Tiara Branco 2007, un blanco que ha permanecido 4 meses con lías en depósitos de acero inoxidable. Este vino es fruto de viñas de 40 a 100 años y está elaborado con las variedades Codega, Rabigato, Donzelinho, Viosinho y Cercial. Tanto en este vino como en los siguientes todas las variedades son autóctonas de la zona. Se presenta brillante, de color amarillo pajizo con reflejos verdosos y límpido. En nariz en primera instancia aparecen notas de cítricos, piña, melón y mineral. Al cabo de un rato de oxigenarlo empiezan a salir aromas a hidrocarburos y caucho. En boca es fresco, mineral, con una acidez muy bien integrada, y de postgusto largo. Fue muy curioso que a la mayoría de los presentes nos recordó muchísimo a los rieslings. De hecho estoy convencido de que si me lo hacen catar a ciegas hubiese dicho que se trata de un vino alemán. Un blanco diferente y muy recomendable de probar.

Continuamos con el Redoma Branco Reserva 2009, un vino que ha envejecido en barricas de roble francés durante 8 meses. También procede de viñas viejas, algunas de más de 100 años y está elaborado con Rabigato, Codega, Donzelunho, Viosinho y Arinto. El color es muy similar a su antecesor, un poco más subido, menos brillante y más untuoso. En nariz se presenta más complejo y destacan al principio las notas a frutas como el plátano y la manzana verde y el mineral. A continuación aparece la manequilla, la bollería, la crema para acabar con notas de la crianza como los tostados o el barniz. En boca es fresco con una acidez marcada y un paso largo. Creo que un par de años más de botella le pueden venir muy bien a este vino.

El primer tinto fue el Redoma 2007, un vino que ha envejecido durante 18 meses en barricas nuevas, la mitad de roble francés. Los viñedos tienen más de 60 años y proceden de la Quinta de Nápoles y Pinhão Valley. Está elaborado con Tinta Amárela, Tinta Roriz y Touriga Franca. De color picota intenso, brillante y de capa alta presenta aromas a frutos rojos, palote de fresa, lácteos y a medida que se oxigena aparece el tabaco, la cuadra y la tinta china. En boca es estructurado, con los taninos marcados, con un final muy largo y los taninos marcados.

Llegados a este punto tocaba catar una de las joyas de la bodega, uno de esos grandes vinos que difícilmente pruebas si no es en catas como ésta, el Charme 2007. Este vino ha fermentado en los típicos lagares de granito portugueses y posteriormente ha envejecido durante 16 meses en barricas de roble francés. Se elabora con uva seleccionada de viñas viejas de Tinta Roriz y Touriga Franca situadas en los valles Mendiz y Pinhão. Fue decantado un par de horas antes y se presenta con un color teja intenso, capa media-alta y una ligera turbidez que denota que no ha sido filtrado. Al acercarlo a la nariz te das cuenta de la complejidad que posee y encuentras notas a fruta madura, tofe o caramelos werter, tabaco, cacao y el mineral característico de la zona. En boca vuelven a aparecer la fruta y el mineral, es muy equilibrado, con los taninos muy bien integrados y persistente postgusto. Es de aquellos vinos en los que la presencia del alcohol apenas se nota y que invita a seguir bebiendo. Particularmente fue el vino que más me gustó de la cata y quedé sorpendido de los tintos que hacen nuestros vecinos.

Por último y como no podía ser de otra manera le tocó el turno a uno de los famosos Oportos que realiza Dirck Niepoort, el Porto Niepoort LBV 2005. Los Lattle Bottled Vintage son embotellados tardíamente después de envejecer entre 4 y 6 años en pipas de gran tamaño donde la oxidación es más lenta. Posee una graduación alcohólica de 20 grados y está elaborado con Touriga Nacional, Touriga Franca, Tinta Cão, Tinta Francisca, Tinta Amarela Sousao y Tinta Roriz. También fue decantado un par de horas antes y nos guardamos media copa para maridarlo con un postre a base de chocolate amargo que teníamos preparado. Se presenta de un color rojo granate muy intenso y casi opaco. En nariz encontramos ciruela, cerezas, balsámicos y un fondo de chocolate. En boca es muy goloso, afrutado y de trago largo. Cabe decir que casó a las mil maravillas con el chocolate y la media copa que me había guardado quedó muy corta.

Y hasta aquí mi primera cata de vinos portugueses aunque no me gustaría finalizar sin agradecer al club su invitación, a Jordi Castelló y Pep Torres la organización y a Josep Baeta por cedernos el Bebop y la posterior comida con la que nos deleitó.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Ponte da Boga, carácter extremo





Los vinos de esta bodega son los protagonistas de la cata que hicimos hace unos días en el (eno)garaje, y Dominique Roujou, su enólogo, el encargado de presentarnos no sólo los vinos sino también la bodega y su "extremo" entorno. Después de una más que interesante introducción para ponernos un poco en materia, empezaron a desfilar los vinos. Dos tintos dieron el pistoletazo de salida, Ponte da Boga Mencía 2008 y 2009, crianza en tanque de acero durante 5 a 10 meses. El primero muestra una capa media-baja, nariz algo mineral, notas vegetales y un paso en boca quizá algo marcado por la acidez, nada que ver con el 2009, color picota vivo y brillante, de capa media, nariz afrutada y golosa, sotobosque, floral (violetas) y balsámico, afrutado y envolvente en boca. Personalmente me quedo con la frescura del 2009.

Seguimos con tres añadas consecutivas, Capricho de Mencía 2007, Alaïs 2008 y Alaïs 2009, son las 3 primeras añadas de una Mencía procedente de una sola parcela, Costa de Alaïs. Estos vinos tienen una crianza de 10 meses en barricas y depósitos de acero. En nariz, el primero, ya nos muestra de inicio su paso por barrica, notas avainilladas, lácticos y fondos tostados, bien arropado todo por las notas varietales. Pasamos a la segunda añada, 2008, precioso color picota, nariz aún algo cerrada, aparecen aromas de reducción...Vuelvo en un rato a ésta copa y empieza, tímidamente, a mostrar aromas a fruta negra (moras), bolleria y dejes minerales de fondo. Paso en boca afrutado, intenso, largo y una buena acidez, un vino todavía jóven, con más años de botella seguro puede llegar a mostrar su caracter y expresividad, uno de los grandes de la noche, sin duda.
Por último, el 2009, madre mia que cambio, nariz muy intensa, golosa, chorro de grosella que invede mis narinas, paso en boca afrutado, envolvente, fresco y con un postgusto más bien corto. Igual que Alaïs 2008, éste 2009 debería probarse de nuevo de aquí a 5 añitos más o menos, tremendos!

Pasamos a la primera añada de un vino muy especial, Bancales Olvidados Mencía 2009, dedicado a todos aquellos viticultores de la zona por el gran trabajo que están haciendo para mantener y recuperar esas variedades casi perdidas y dejas en el olvido y que sin duda tienen un gran potencial para la elaboración de estos vinos. Lleva una crianza de 10 meses en barricas y depósitos de acero. Ésta Mencía nos llena la copa con un bonito color picota de capa media, brillante, nariz golosa como sus antecesores de la misma añada, notas balsámicas, mineral, y una muy interesante evolución en copa (fue una de las copas que dejé para el final de la cata), afrutado y estructurado en boca. De nuevo nos encontramos delante de una añada espectacular, ésta 2009 rompe la pana.

Entramos ahora con dos vinos de la variedad Merenzao, el primero Capricho de Merenzao 2007, monovarietal de ésta variedad desconocida para mi hasta el día de hoy. El segundo, Capricho de Merenzao 2009, compuesto por un coupage de 85% Merenzao, 5%Sousón, 5%Brancellao, 5%Mencía. La Merenzao es una variedad con una alta capacidad reductiva, y prueba de ello éste 2007, los aromas a reducción toman la iniciativa (conjunto de aromas entre sardinas, hierro y sangre). Después de airearlo un rato, empiezan a asomar aires afrutados, confituras, licor de cereza (Kirsch), regaliz, paso largo, buena acidez y fondos afrutados, un vino muy peculiar. De éste Merenzao también me dejé una copa para el final, y su evolción fue brutal, ha pasado de un vino completamente cerrado a una nariz amable, franca y de una elegancia que me dejó alucinado, ¡qué descubrimiento! El 2009, sigue bastante las pautas de sus antecesores en lo que confiere a la añada, afrutado, amplio en boca y con caracter.

Para terminar, tres blancos, Godello 2008, crianza en depósitos de acero durante 5 meses sobre lías: Notas tropicales, fondos a levaduras, buena acidez, fresco y cítrico.
Blanco de blancos 2009, 89%Godello, 11%Albariño, crianza en depósitos de acero durante 5 meses sobre lías: Nariz muy fresca, césped recién cortado, afrutado y notas cítricas de fondo.
Capricho de Godello 2008 Magnum, un vino único, después de esta cosecha se arrancaron los viñedos, difícil hacerse con una botella de estas, quedan contadísimas...En nariz predominan las notas de la crianza, le queda tiempo en botella para poder apreciarlo como es debido, no se si tendremos la suerte de poderlo probar más adelante.

Toda una experiencia la que hemos sentido y vivido esta noche, Dominique Roujou nos ha sabido cautivar tanto por la pasión que siente por el vino, como por sus joyas enológicas.

¡Merci beaucoup Dominique!