viernes, 30 de noviembre de 2012

Clos Dominic, visitando el Priorat


Ya son varias las veces que nos hemos adentrado al corazón del Priorat para compartir buenos momentos en Clos Dominic, una bodega familiar de la que me considero un fiel admirador y que recomiendo visitar.




Intentamos visitar la bodega y la finca una vez por año y cada vez que vas descubres cosas nuevas que te cautivan. La jornada empieza en el centro de Porrera, en un bar auténtico donde entre cafés y cortados aparece Paco, el elaborador de los vinos. Después de un breve intercambio de palabras nos subimos cada uno a su coche y seguimos al maestro hasta el origen de los vinos de Clos Dominic, La Tena. Es una pequeña finca llena de naturaleza y licorella. Fuertes pendientes, mineral, flores silvestres, hierbas aromáticas, desorden ordenado y cepas en los sitios más inverosímiles te hacen comprender el porqué de la complejidad que encuentras en cada copa de estos vinos. Es recomendable subir por el camino hasta el pino donde puedes observar magníficas vistas de la finca y de Porrera. Los más osados pueden subir hasta lo más alto de la colina y a parte de ganarse los vinos que se catan después, entenderán lo difícil que es trabajar esas cepas. En las imágenes de diferentes épocas podéis ver vistas de la finca aunque si queréis acercaros a lo que se siente cuando está allí, recomiendo hacerlo con una copa de Clos Dominic.










A continuación nos dirigimos hacia el centro del pueblo donde en una de las sinuosas calles se encuentra la bodega y te recibe Dominic, el alma de los vinos. Es una casa de pueblo donde la primera planta y el sótano están destinados a la elaboración de vino. Una casa grande pero una bodega pequeña que permite mimar mucho a sus vinos y mejorar con su elaboración todo aquello que ya ha hecho La Tena. Tienen una producción pequeña, no son nada intervencionistas y trabajan los vinos de una manera muy artesanal. Cada barrica es tratada como un hijo y recomiendo mucho escuchar las explicaciones de Dominic acerca de los lugares de la bodega donde esas barricas sacan todo su potencial.



 Después de ver de donde vienen y cómo se hacen los vinos solo falta comprobar el resultado final. La mesa de catas nos espera con un suculento y merecido desayuno a base de pan con tomate, embutidos y cocas. Me costaría decir qué me gustó más ya que en la ciudad cuesta encontrar tales materias primas. Mientras tanto Paco descorcha y sirve los principales vinos de la bodega. Clos Petó, Vinyes Baixes y Vinyes Altes. Vinos potentes pero a la vez sedosos que te trasladan de nuevo a la Tena y con una complejidad que invita a no dejar de mover la copa y oler. Para no alargarme os dejo un par de posts donde están nuestras impresiones de los diferentes vinos de la bodega. 1) Cata Clos dominic 2) Seleccions Clos Dominic



Y hasta aquí nuestra visita a Clos Dominic….

martes, 20 de noviembre de 2012

Can Ràfols dels Caus


 
Hace ya unos días, en el Celler de Coll Favà, se organizó una cata de los vinos de Can Ràfols del Caus, unos vinos con una gran particularidad, nacen en un terruño muy especial, el Massís del Garraf (D.O Penedès), las viñas se cultivan con criterios biológicos, "intentando así transmitir en la elaboración de los vinos las propiedades de la fruta, del terreno y de la intervención humana". Can Ràfols del Caus es el nombre que recibe la finca propiedad de Carlos Esteva en Avinyonet del Penedès, data de 1634, que anteriormente la había adquirido su abuelo, Jacinto Esteva en el año 1930. Personalmente, y como quedará visto en este blog, soy un enamorado de los vinos de esta bodega, sus blancos La Calma y Rocallís de lo mejor que he probado en el ámbito nacional, y podríamos seguir por sus grandes vinos tintos, pero mejor será que empieza con la explicación de lo que pudimos catar esa noche:


Describo según orden de cata, empezamos por el Gran Caus Blanco 2008, Xarel.lo (cepas viejas de más de 65 años), Chenin Blanco y Chardonnay, con una crianza en botella de 2 años. Bonito color pajizo, brillante y algo untuoso. Nariz donde abundan las notas a hierbas aromáticas y a medida que va cogiendo aire salen a la palestra notas tostadas. En boca la Chenin Blanc muestra toda su frescura y acidez, aportando también sensaciones cítricas, y la Chardonnay y la Xarel.lo le dan a este blanco una buena estructura en boca. Muy recomendable no tomarlo muy frio, es decir, recién sacado de la nevera, mejor tomarlo después de unos minutos a temperatura ambiente, de esta manera podremos disfrutar de esta nariz tan personal que tiene éste vino. Las propuestas culinarias que se propusieron iban desde marisco y pescados, hasta quesos semis y con un toque ahumado tipo Idiazábal.


Seguimos con el vino más premiado de la bodega, Gran Caus Rosado 2011, monovarietal de Merlot, un rosado atípico, a ciegas lo podríamos confundir con un tinto. Elaborado con el mosto flor de los mejores racimos de Merlot, con una maceración pelicular de 18 horas y fermentación a baja temperatura durante 40 horas sin añadir levaduras seleccionadas. Su color algo más "subido" de lo que nos tienen acostumbrados los rosados ya nos denota su peculiaridad, en nariz salen los aromas a piruleta (sin excesos), fresa madura, cereza y un toque agridulce muy curioso. En boca es un vino que deja huella, de entrada potente, con cuerpo, dejando sensaciones a fruta roja a su paso y con un final persistente. Este rosado con "alma de tinto" le dan al vino un gran abanico gastronomico, ya que los rosados los acabamos encasillando para aperitivos, arroces y comida italiana, entre otros, y yo lo ampliaria incluso a platos más elaborados y con más "peso", por ejemplo un pollo asado, pavo relleno, incluso si me apuráis con platos de caza, yo lo he probado y os aseguro que da la talla.

Pasamos a las burbujas, el primero, Gran Reserva Brut Nature 2005, Xarel.lo (50%), Chardonnay (25%) y Macabeu (25%), más de 30 meses de crianza sobre sus lías en la misma botella (segunda fermentación). Inicialmente ya se aprecia una burbuja muy fina y poco abundante. Nariz algo golosa, manzana al horno, pera madura, pasteleria y miel. Cremoso y elegante en boca dejando notas de frutos secos a su paso.
Gran Caus Rosado Brut Nature Rosado 2006, 100% Pinot Noir, crianza de más de 30 meses en botella. Se muestra con un color a piel de cebolla quizás tirando a cobrizo, burbuja fina y poco abundante. Nariz delicada, bolleria, toques a galleta que me recuerdan al helado de "cheesecake", y con un fondo con dejes a membrillo. En boca es elegante, cremoso y con una burbuja perfectamente integrada, difícil no tomarte más de una copa, de vicio.

Pasamos al último cava, Parisad 2003, 85% Xarel.lo y el resto Chardonnay y Macabeu. La Xarel.lo procede de viñedos muy viejos, fermenta durante 4 meses en barrica de castaño, envejeciendo posteriormente en botella durante más de 60 meses. De intenso color dorado, nariz compleja, notas lácticas, poco a poco empieza el desfile: pasteleria, frutos secos (avellana), manzana al horno, tostados y notas minerales. En boca es todo sutileza y elegancia, para disfrutar en un aperitivo o para la sobremesa, donde él sea el protagonista. Como curiosidad Parisad quiere decir Júlia (su hija se llama así) en hebreo.


Y para ir terminando, 2 tintos, el primero, Pedradura 2005, Marselan (cruce de garnacha y cabernet sauvignon) y Petit Verdot compenen éste peculiar vino con 12 meses de crianza en roble francés y 30 en botella. Era la tercera vez que lo probaba, y sin duda esta última ha sido donde mejor lo he encontrado, como dijo Marc Rusca antes de probarlo, "ahora mismo está en su mejor momento", y lo ratifico, balsámico, fresco, vivo, redondo, mineral, sensacional todo su conjunto, muy recomendable y con muy buena RCP, diria que no llega a los 13€.

El segundo, Gran Caus Reserva 2006, uno de los grandes de esta bodega, elaborado con Merlot, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon y Syrah y criado durante 12 meses en barrica de roble francés y posteriormente un mínimo de 6 años en botella. Su nariz ya te transporta directamente a la finca, esos inconfundibles aromas a hierbas aromaticas, mineral, notas especiadas que se aprecian tanto en nariz como en su paso en boca, complejo, largo y con gran personalidad, un vino de guarda que todavía ganará con dos o tres años más en botella.



En mi humilde opinión queda claro que los vinos procedentes de esta pequeña subzona del Penedès son "alumnos aventajados" respecto al resto de su D.O, pero como siempre digo, seguiremos probando.

Salut!